Contrautopia cyberpunk

el neocyberpunk vagaba por las calles. sabía que estaba terminantemente prohibido, pero liberaba su mente. imposible de explicar, atormentado de pensamientos oscuros sobre el futuro. ¿es que acaso podía esperar algo? sabía que no.
prefería dejar su mente en blanco. a veces llegaba a caminar cuatro horas, esperando borrar esos pensamientos premonitorios que tanto lo aquejaban.
noches oscuras, gente sumerjida en las nuevas formas de comunicación mundial. la tecnología del año 2350 había llegado para quedarse. increíble que gente, según los mitos urbanos, como george orwell hubiese visto el futuro, el futuro que ahora era presente.
y sabía que era peligroso que pensara eso. la policía no podía saber que pensaba eso...no debía saber que pensaba.
hacía 100 años que gobernaba (mundialmente) la misma persona. y se había encargado de que no pensara nadie.
cancelación de periódicos (salvo que sean amarillistas y totalmente oficialistas) cancelación de programas televisivos que dejaran algo al receptor, alguna vez inteligente y pensante...
drogas legalizadas, alcohol expendido en cualqier bebedero público, entrega gratuita de psicofármacos que "liberaran la mente"; una especie de Soma adaptado a la realidad de la época.
y todos vivían asi, felices de los que les tocaba en el momento. fiestas que duraban semanas, orgiásticas.
nadie decía nada, nadie pensaba siqiera...salvo él.
y sabía que podían encarcelarlo por eso, simplemente por el hecho de pensar diferente, simplemente por el hecho de pensar algo.
escondía en su casa extraños objetos antiguos,anteriores a las viejas computadoras hogareñas, ancestros tal vez de los últimos modelos disponibles de las maqinarias que hacían todo por uno. podía decirse que era un coleccionista.
estos antiguos objetos tenían palabras escritas en una especie de tejido. palabras prácticamente manuscritas. él coleccionaba lo qe en antiguos vocablos se denominaban "libros". No podía leerlos. estaban en un lenguaje tan antiguo que ni siqiera los ancianos transcriptores podían entender.
pero trataba de no pensar en ellos... sabía que la policía podía rastrear cualqier indicio de pensamiento.
y así, caminaba por las calles ruidosas, oscuras, plagadas de alimañas, de pobreza extrema, de putas tratando de conseguir clientes para, con la paga, tratar de alimentar al menos uno de sus 10 hijos, todas al borde de la muerte, todas en la terrible desesperación de saber que podrían morir ese día y que a nadie le importaría.
así era la sociedad de ese momento, nadie se interesaba por nadie, ni siqiera por si mismos, lo único que importaba era conseguir alcohol y neodrogas y no ser alcanzados por la terrible policía, crueles sanguinarios de qienes nadie había sobrevivido.
y él solo podía caminar... durante horas. eso lo frustraba. sabía que nadie era como él, lo veía en sus caras desesperadas de qímicos que matan neuronas... estaba solo en el mundo

Este Pequeño relato se me lo pille en http://nadsatizame.blogspot.com/